Here in Colombia, I’m very used to getting a lot of praise for my photography, and for the way I carry it out, engaged with the communities I visit here in El Chocó. This praise comes from people in the art world, in journalism, and from the communities themselves and the organizations that work with them, and with which I try to cooperate and provide support. In addition, I’m accustomed to getting occasional email notes that are also very positive. (Back in Cleveland, I’m unaccustomed to such praise, but that’s a story for another time…) Maybe I was getting too comfortable with so much praise.
But not to worry about that. Recently, I received a note that took a totally different approach. I’ll reproduce it here, then give you a translation:
“Vi sus fotos. Que magnífico ejemplo de espectaculo vacío. Sus imágenes poco colaboran para poner en contexto la violencia en Colombia. Creo que el suyo, es un intento de trascender en su propia sociedad, exotizando a "los otros", personas a quienes poco importa si un fotografo del primer mundo les toma una fotografía para prostituirlos o no. La calidad de la composicion además, es de baja calidad y deja tantos vacíos que da asco.”
“I saw your photos. What a magnificent example of an empty spectacle. Your images cooperate little in putting the violence in Colombia in context. I think what you’re doing is an attempt to succeed in your own society, exoticizing “the others,” people to whom it matters little if a photographer from the first world takes a picture to prostitute them or not. The quality of the composition in addition is low quality and leaves so many holes that it’s revolting.”
What’s most interesting about this is that even if I were inclined to answer (which I am certainly not), I’d have the problem that I can’t tell if this attack is coming from the extreme right or the extreme left—they could both take this position.
Well, I’ll post a couple of pictures below (after the Spanish translation) to make this more interesting for you-all.
Otra Vista a mi Trabajo:
Aquí en Colombia, estoy muy acostumbrado a recibir muchos elogios por la fotografía mía, y por la manera en que la realizo, involucrado con las comunidades que visito acá en El Chocó. Este elogio viene de gente en el mundo del arte, del periodismo, y de las comunidades mismas y las organizaciones que trabajan con ellas, y con las cuales intento colaborar y proporcionar apoyo. Además, estoy acostumbrado a recibir de vez en cuando unas notas por correo electrónico que también son muy positivas. (Allá en Cleveland, no recibo semejante elogio, pero esto es cuento para otra ocasión...) Quizás me volvía demasiado cómodo con tanto encomio.
Pues, no hay que preocuparse por eso. Últimamente recibí una nota que toma posición totalmente contraria.
Acá la reproduzco:
“Vi sus fotos. Que magnífico ejemplo de espectaculo vacío. Sus imágenes poco colaboran para poner en contexto la violencia en Colombia. Creo que el suyo, es un intento de trascender en su propia sociedad, exotizando a "los otros", personas a quienes poco importa si un fotografo del primer mundo les toma una fotografía para prostituirlos o no. La calidad de la composicion además, es de baja calidad y deja tantos vacíos que da asco.”
Lo más curioso es que aún si estuviera dispuesto a contestar (el cual seguramente no estoy), tendría el problema que no puede estar seguro si este asalto vino desde el extremo de la izquierda o la derecha—ambas pueden asumir esta posición.
Pues pongo un par de fotos para darles algo que les interese más.
Monday, August 25, 2008
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2 comments:
How may an image be worth a thousand words? A thousand codes, shared by the image creator and viewer, are the required stage.
A great challenge for you, Steve.
As a thousand times, a thousand tourist-academic-politician photographers have used the exotic cultural filter to their own avail. The few, carefully chosen, words, that you avail your pictures with, are subject to strenuous demands to set a common stage to American and Colombian views, and presumptions.
A great challenge to us, Colombians (and me, Chilean).
What are we, Colombians, teaching Steve? What is Steve teaching us? What have we, Colombians and Steve, discovered? What have we, Colombians and Steve, got, that we can teach fellow Colombians, Latin Americans, US Americans...? We need hear many answers to these tough questions about the work we are doing with Steve, and about many other forms of intercultural exchanges. A grain of understanding may follow, perhaps, about the roots of violence in Colombia and in the US, and ...
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¿Cómo puede una imagen valer por mil palabras? Mil códigos, compartidos por el creador y el receptor de la imagen, construyen el marco necesario.
Un gran desafío para tí, Steve.
Ya que mil veces, mil fotógrafos turistas-académicos-políticos han usado el filtro cultural de lo exótico para sus propios fines. Las pocas, cuidadosamente escogidas, palabras, de que dotas a tus imágenes están bajo tremendas exigencias para establecer un puente entre las visiones y prejuicios de colombianos y norteamericanos.
Un gran desafío para nosotros, los colombianos (y para mí, chileno).
¿Qué le estamos enseñando a Steve? ¿Qué nos está enseñando Steve? ¿Qué hemos descubierto los colombianos y Steve, que podamos enseñar a nuestros compatriotas colombianos, latinoamericanos, norteamericanos...? Necesitamos muchas respuestas a estas difíciles preguntas respecto de nuestro trabajo con Steve, y respecto de tantas otras formas de intercambio cultural intra- e internacional. Una pisca de comprensión, podría resultar, quizás, respecto de las raíces de la violencia en Colombia, y en EE.UU., y ....
Hola Steve, Pura Vida, he oído hablar mucho de ti por una compañera de lucha. Te felicito por el gran trabajo que haces, espero que tengamos la dicha de compartir nuestros sueños con los afro y seguir haciendo grande el tejido de una sociedad de paz y de resistencia negra. Dios te bendiga. De un misionero de corazón afro.
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